martes, 27 de julio de 2010

Edward Diary!!



Buenoo chicaas Mariee volvioo!! Quería agradecer los dos comentarios de cuando subi el Diary!! Me pusee muy contentaa. Espero que les guste este. Besos!!

POV Edward:
Me sentía feliz de poder tener a Bella, mi dulce Bella a mi lado. Hoy la cuidaría como un verdadero diamante. Porque eso era exactamente para mi, mi diamante en bruto. Ella había eclipsado cada parte de mi cuerpo. Había eclipsado mi corazón, cada partícula de él, cada célula que conformaba mí cuerpo. Todo tenía dueña y era ella. No podía gritárselo a los cielos, porque no sabía lo que ella sentía por mí. Pero con el tiempo ganaría su amor, y nos amaríamos para toda su vida. Y nunca deberíamos decirnos adiós. Porque siempre estaríamos juntos y era lo que hacía que cada día de mi eternidad sea perfecto.
La mire y pude notar que ella estaba mirándome a los ojos, gire mi cabeza y le sonreí. Ella respondió a mi sonrisa y volvió a mirar para la ventanilla. Se había sonrojado. No había nada que me guste más que ver a Bella sonrojada. Ese hermoso rosado iba para sus mejillas y hacían de ella la criatura más hermosa que tenía delante de mis ojos. Sabía que ella era delicada y no había nada más que deseara que sea cuidarla, la cuidaría de todo, de cada bestia que había dentro de mi cabeza.
Note que la Jeep de Emmett la estaba manejando el. Era un verdadero milagro ver a mi hermano en su propio auto. Me tocaba bocina, era obvio que él quería hacer carreras con los autos. Le negué. El se enojo, lo podía ver en su cabeza. Cuando llegamos me baje del coche, le di la vuelta y le abrí a Bella. Tenía cara de pánico, podía notarlo. Intento sonreír para disimularlo pero no le sirvió de mucho.
Caminamos los seis para adentro. Bella no estaba ni un poquito confiada. Cuando entramos pareció relajarse un poco al ver que no había nadie. Alice fue a registrar todo mientras nosotros nos íbamos a poner los patines. “Tu novia está a punto de quedar peor que el hielo de la pista”. Pensó Emmett, gire la cabeza y lo mire mal. “Solo es Emmett. Edward y esa repugnante humana no están, no están”. ¿Es que acaso intentaba hacer un auto psíquico? Porque si eso era lo que buscaba… no lo estaba consiguiendo. Cuando nos pusimos los patines mis hermanos entraron para la pista y yo espere a Bella que se agarraba de todo lo que encontraba en esa sala.
-¿Estás bien? –Le pregunte, ella asintió-. ¿Te ayudo? –Ella negó con la cabeza pero la ayude de todos modos, le agarre las manos y la ayude. Yo entre primero a la pista ya que ella no se tenía confianza. La levante y ella mi miro con miedo. La apoye en el hielo y me agarro al instante.
-Edward me matare si no salgo de aquí –dijo cada palabra con terror. La aferré a mí para que se sienta más segura. Alice paso por al lado nuestro y se fue con Jasper.
-Tranquila Bella, no dejare que caigas –ella me miro. Puse mis manos en su cadera para poder ayudarla. Ella comenzó a mover los pies con lentitud.
-No me sueltes porque quedaría solo de mi, el recuerdo –yo me reí.
-No temas, no te soltare, aparte es lo que menos quiero –ella giro su cabeza me miro con una media sonrisa.
Mientras patinábamos Alice claramente nos observaba además de estar muy enfocada en su patinaje perfecto. Mientras Bella y yo patinábamos se alejo un poco de mí tomando un poco mas de confianza pero un problema asecho la pista, Bella choco con Rosalie que patinaba de una manera muy profesional e hizo que Bella de vueltas por la pista sola. Intentó mover sus pies pero se calló en el hielo. Cerró sus ojos y solo quedo sentada en el piso. Había gente mirando así que tuve que patinar como lo haría un humano con velocidad. Cuando me acerque a ella la levante y quedamos a pocos centímetros de distancia, Bella me miro con sus grandes ojos color chocolates y de forma muy curiosa. Pude sentir que alguien me tiraba algo en la nuca. Era la nieve que se había formado del uso. Fulmine con la mirada a Emmett, ya que era obvio que había sido él. Se rió sinfónicamente. Yo la mire a Alice y ella asintió con una gran sonrisa, ella se vengaría por mí.
Me aleje de Bella para no intimidarla más de lo que ya estaba intimidada.
-Gracias. Creo… no creo no, estoy segura de que esto es muy vergonzoso, ahora entiendo porque nunca vengo a estos lugares. Paso suma vergüenza –le agarré la mano con lentitud.
-Quizá tú no tengas la coordinación suficiente para esto pero… No es ni un pecado ni un defecto. Es solo que… el hielo no ayuda a los descoordinados.
-Y yo no soy una excepción –la mire a los ojos.
-Exacto –ella se rió y yo con ella-. Pero debo admitir que para ser Bella, caes con suficiente estilo pero, imagino que eso dolió.
Ella me miró a los ojos y me asintió riéndose.
-Bueno, tú no eres perfecta patinando, pero yo puedo llevarte, tengo la fuerza necesaria –le agarre con un poco las de fuerza la mano y me puse a patinar con ella. Varias veces estuvo a punto de caerse, pero nunca sucedió.
-¿Cómo es que ustedes hacen esto sin caerse? –Yo la mire a los ojos.
-Bueno, una vez que somos vampiros perdemos muchas cosas humanas, el apetito, las necesidades fisiológicas, el dormir, la descoordinación, el llorar, sudar, la fertilidad. Somos como muñequitos perfectos pero… de alguna manera somos imperfectos –ella me miro sorprendida.
-¿En qué manera la fertilidad? –Lo pensé un minuto, aunque la respuesta era obvia.
-Las vampiras no pueden tener hijos. Los hombres… se supone que tampoco pueden procrear en los humanos, y si podrían… los hijos serían infértiles, o bueno, según la naturaleza lo serían. Pero no sabemos, no somos una especie que se pueda decir “natural”.
-Para mi eres lo más natural que eh visto –yo la mire extrañado.
-Sí, pero a tú eres la única que puede estar patinando con un vampiro que te tiene sujetada al máximo. Porque a decir verdad. Dudo mucho que algún otro humano se quede para hacer me compañía o algo por el estilo.
-Bueno Edward. Es exactamente como dijiste, soy la única, lo cual implica decir que soy única. Además de la única humana capas de estar en tus manos o mejor dicho, única humana a la que te has acercado de una manera tierna y romántica– y al fin y al cabo ella tenía razón. ¿Qué más podía hacer? Ella era mi único amor, la única que quería y adoraba. No había otra como ella. Yo había caído en sus redes como todos los niños del instituto. Pero yo me había llevado el premio, y ese premio sería siempre mío. No importaba lo difícil que fuera. Bella se quedaría a mi lado cueste lo que cueste. Porque yo… la amaba y no había nada ni nadie que pueda cambiarlo, ni ahora, ni nunca.

1 comentario:

  1. SO CUTE!!! la verdad demasiado bello el capitulo yo amooo demasiado los sentimientos de edward y la verdad los transmitiste me gustoo muchoo este ♥ =)


    saluditossssss

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