Rosalie´s Diary!!

Bueno chicaas de nuevo Marie jejejeje peroo ahor con Rose!! Esperoo que les gustee!! Besoos!!!

POV Rosalie:

Esto ya me estaba cansando, Edward por aquí, Edward por allá, Bella por aquí, Bella por allá. Parecía que en esta familia ya no había nada más importante que la parejita de tortolos, cada charla familiar ocupaba sus nombres y no me lo soportaba ¿Es qué acaso no había cosas más importantes de las cuales se podía hablar?
Y allí estaba yo, sentada en un sofá sin apoyo de nadie y todos a favor de ese par. Me levante de mala manera y desaparecí para la habitación, era obvio que todos estaban en mi contra. Pero yo no quería nada más que proteger a nuestra familia. Siempre me ponía a pensar, ¿qué pasaría si ella se pelea con él? ¿Y si algo se sale de control? Esto era completamente estúpido, además de poner en peligro la familia poníamos en peligro a una humana que era nada más y nada menos la única familia de Charlie Swan. Eso también era algo que me molestaba. ¿Es qué eran capaces de hacer correr peligro a una familia? No lo entendía.
Emmett entro a la habitación en silencio, de seguro pensaba que estaba furiosa, ya que era la única forma en la que siempre me veían y era algo que me sacaba realmente de quicio.
-¿Estás bien amor? –Yo lo mire.
-Sí, estoy pasando uno de mis mejores días, ¿no lo ves? –El se acerco y se sentó a mi lado.
-Rose, no debes ponerte así, no puedes estar siempre enojada –yo lo mire mal, ya había explotado.
-¡¿Es que nadie lo ve?! ¡Poco me importa lo que Edward haga! ¡Lo que me importa es nuestra familia! ¡Si él quiere estar con es humana me importa poco, porque para mí ella no existe, no pertenece ni una pizca a mi mundo! ¡Ella no tiene idea de lo que nosotros pasamos cuando nos convertimos en eso! ¡Por qué no sé tú pero yo no buscaba esta vida prefería morir! –El me miro un poco desilusionado y sentí en ese instante que había sido muy dura.
-Rose, me tienes a mí, ¿es qué eso no te vasta? –Yo lo mire apenada.
-Emmett, tú eres lo mejor que tengo en esta vida, pero ninguno de ustedes paso por lo que yo pase para llegar a ser esto. Ninguno de todos ustedes comprenden lo que es ser casi violada y que te tomen por muerta, no es fácil, nunca fue fácil para mí. Porque cada vez que pienso en eso me siento sucia. Me siento como si me hubieran engañado, y es que eso me hicieron. Y lamento decir que tú no estabas ahí en ese momento. Hubiese deseado con mi vida entera que alguien me salve de esos canallas pero nadie lo hizo, solo Carlisle tuvo el valor se salvarme de no dejar que muera –podría asegurar que si fuera humana estaría roja de la furia y llorando un río de lágrimas, Emmett se acerco y me abrazo.
-Tranquila mi Rose, yo te entiendo, y prometo que nunca más te sentirás de esa manera, lo prometo –respondí al abrazo de Emmett y luego el decidió ir a cazar pero le dije que prefería quedarme sola para poder reflexionar de todo.
La noche paso rápido, cuando llego el amanecer decidí cambiarme y bajar, ya que sabía que saldríamos temprano. Cuando baje Emmett estaba recostado en el sofá.
-No dormí en toda la noche –bromeó. Yo lo miré.
-Yo tampoco y creó que tengo un poco de jaqueca –todos se me quedaron mirándome, era la primera vez que yo le respondía a Emmett sin callarlo. Baje y me senté en una punta del sillón donde Emmett descansaba. Edward bajo de su habitación.
-Oye hermanito, ¿harás hoy también contra bando de humanas? –pregunto Emmett en forma de broma. Edward lo miro mal.
-Es obvio –respondí de mala manera ya que se notaba que el humor de Edward conmigo no era muy positivo.
-Rosalie, no necesitamos tus absurdos comentarios –mire a Edward de mala manera.
-Edward, no necesitamos que traigas más humanas a casa –el suspiró de mala manera y salió azotando la puerta. Me acerque a la ventana y le grite:
-¡Cuida esa puerta, es importante para Esme! –De alguna manera no me equivocaba, Carlisle se la había regalado con toda esta casa cuando se fueron a vivir juntos y Edward tuvo sus tiempos de rebeldía. Cuando el salió en el auto yo me levante y camine todos me observaban.
-Ya sé que esa humana es el “Amor” de Edward y por eso el puede hacer lo que quiera, pero conmigo no. No soy la persona indicada –salí para el garaje y me subí al BMW esperando a que alguien se digne a salir. Les toque bocina cinco veces y a la sexta reaccionaron. Cuando entraron arranqué a todo lo que daba y en menos de diez minutos nos encontrábamos en el aparcamiento del colegio. Me estacione al lado de mi hermano que estaba parado con la humana.
-Puedes venir siempre que quieras a nuestra casa –dijo mi hermano mirando a la humana. Yo pase por al lado.
-Claro, tota nuestra casa está abierta al público –comente de mala manera y entre al pasillo del colegio. Las clases pasaron rápido, estaba prácticamente aburrida, nada había cambiado en diez años. Todo era lo mismo, historia, biología, y quizá, solo quizá, geografía cambiaba un poco, pero nada de otro mundo. Cuando sonó el timbre del almuerzo me dirigí para la cafetería y me senté junto con mis otros hermanos. Nadie comentaba nada… Hasta que llego Edward.
-Oye hermano, ¿has visto tu cara? Pareces un enfermo, estas peor de cuando estabas a punto de hacer caputte –comentó Emmett. Edward lo miro mal, el resto rieron y yo no comente nada, solo apoye mi cabeza en mi mano.
-Claro porque ahora está muy vivo –comente sin ganas de ofender.
-Más que tú seguro que lo estoy –lo mire mal.
-No, es que yo me morí, ya hace tiempo. Porque, qué yo sepa no tengo un corazón latente –le dedique una falsa sonrisa y él me dedicó una igual. El se sentó y no comento nada más. Emmett y Alice comenzaron a hablar de la estúpida humana, era de esperarse, siempre lo hacían. Ahora pensaban en cosas que hacer cuando ella llegue a ser vampiro, y era obvio que Edward no estaba nada de acuerdo en eso.
-Es obvio que esa humana nunca será una vampira Edward tiene miedo de matarla. O quizá sea porque no va a ser más humana y su pulso ya no existirá –comenté de mala gana.
-Rose, amor tranquilízate un poco, son solo pensamientos –yo lo miré con lógica.
-Bueno, en vez de que Edward lea mis pensamientos. Prefiero que todos lo escuchen –Edward me miró mal, parecía que ahora era a él al que le iba bajando el humor de menos cinco a menos cincuenta.
-Rosalie cállate ya, me tienes cansado, ya no soporto más tus críticas poco constructivas –lo mire mal. >. El no me dirigió la mirada, yo suspiré. El resto del día evite darle palabra a mi hermano, porque sabía que no terminaríamos bien. Al final de las clases me fui al BMW con Emmett esperando a los demás.
-Rose, mi vida, no le hagas caso a Edward, has de cuenta que no existe, por mí. Aparte no mereces estar todos los días mal –el me sonrió y yo le respondí a la sonrisa. Acerco su rostro al mío y me beso, ahora era en estos momentos cuando recordaba porque estaba aquí y porque él era lo más importante en mi vida. Recordaba que él era lo que más amaba y que no importaba nada más… ni si quiera mi hermano y su mascota humana.