Jasper's Diary!

Hola soy Sophie y vengo con un diario de Jasper! Admito que fue un poquito dificil escribirlo pero se los traigo ya por fin finalizado espero que le gusten! y comenten que es lo que amamos y siempre van a tener respuestas ;)

Pov Jasper

Todos en el coche prestamos atención a la desviación que hiso el auto de Edward. De seguro querrían estar solos. A veces era normal en Edward que quisiera estar solo. Yo no lo tomaba como un lunático si no que como una persona normal que se cansaba de estar tanto tiempo con tantas personas y quería estar con el mismo. A veces también me pasaba a mi, nada mas que Alice me seguía. Pero con ella yo no tenia problemas, estar con Alice era tan satisfactorio como estar solo cuando quería.
-¿A dónde creen que se hayan ido?- preguntó mi mujer curiosa. Yo me encogí de hombros.
-Tal vez se cansaron de ti, Alice y decidieron marcharse para la casa de Bella- Dijo Emmett riéndose. La atmosfera era tranquilo excepto por el espacio del copiloto donde se encontraba Rose. Me procure a hacer que todo el auto este tranquilo Rosalie inclusive. Alice se apoyo en mi hombro y se quedo allí toda la vuelta a casa en la Jeep de Emmett.
-¿Le habremos caído bien?- Pregunté curioso. A mi me había caído bien. Claro que no me pude acercar mucho a ella porque mi hermano sobre protector y desconfiado no me lo permitió pero a media distancia Bella se veía una chica normal, buena.
-Si, claro que si. Nadie se puede resistir a mis encantos- me dijo Alice con un tono divertido. Yo me reí conjunto a ella.
-De seguro que si. Pts. ni si quiera que seamos monstruos- dijo Emmett como si fuéramos humanos con color en la piel y todo aquello que describía a los humanos.
-Si como no- dijo Rose mirándolo a el.
Llegamos rápido ya que Emmett estaba acostumbrado a ir a las carreras aunque ni si quiera teníamos otro auto con el que competir. Nos bajamos en silencio. Eso era extraño, Alice no estaba hablando ni Emmett haciendo chistes malos o rosalie quejándose de todo.
Carlisle y Esme que habían ido a cazar regresaron temprano y Esme se extraño al ver que no veníamos con Edward y Bella. Ella era la que se moría por conocerla y saber porque Edward estaba tan enamorado.
-No me digan que se la llevo- dijo Esme con un tono desilusionado. Rosalie le asintió.
-Tenia tantas ganas de verla…- dijo nuestra madre desilusionada.
-No te preocupes Esme yo la traeré de vuelta unos de estos días… no le tome las medidas- Dijo Alice posicionada al lado mío.
-¿A dónde se fueron?- preguntó Carlisle.
-Si tan solo supiéramos nosotros… tal vez ahora se la este comiendo y no la quiera compartir- Dijo Emmett encogiéndose de hombros. Esta vez Alice y Esme lo miraron mal. Rosalie se sentó en el sillón haciendo que todos nos acomodemos.
-Parece una buena chica…- dijo nuestro padre mientras se sentaba al lado de rosalie.
-Lo debe ser para que Edward la vaya a ver todas las noches… ¿me pregunto que harán?- preguntó Esme curiosa. Esa era una pregunta muy buena ¿Qué diablos hacia Edward cuando Bella dormía? Todos siempre se preguntaban lo mismo y con Al nos habíamos reído mucho de las teorías que sacábamos. Emmett siempre contaba las más graciosas ya que se imaginaba cualquier tipo de cosas raras.
-¿Qué es lo divertido de ver una niña dormir? Aquí tiene la diversión en persona y sin embargo prefiere irse a la casa de Bella.
-Debe estar ciego- dijo rosalie con un poco de frialdad y gracia.
-No, estoy seguro de debe tener otra explicación- dijo Carlisle pensando.
-Es amor! Es obvio y se nota que le pego bastante fuerte- Dijo Esme apoyándose en el apoyabrazos al lado de rose.
Era un amor bastante raro. Enamorarse de una humana parecía ser prohibido. En tal caso yo estaba siendo muy objetivo con el amor. Pensamientos de mi época eran esos. Me habían educado asi. Crecer, luchar y tener una esposa y tal vez hijos. Los humanos y nosotros éramos de distintas especies y al ver a Bella y a Edward estaba seguro que todos pensaban lo mismo. Parecía el león al lado de una oveja como el refrán. Yo no me sorprendida por verlos juntos asi si no de por como Edward era capaz de aguantar su aroma hasta con dos semanas seguidas de no ir a cazar. Alice era parecida a el por eso siempre le preguntaba a ella como podía pero me respondía que ni ella podía estar el tiempo que estaba Edward con Bella y que tenia que ir a cazar seguido ahora que tenia una mejor amiga humana.
Yo también tomaba precauciones e iba a cazar con ella. No quería ni incidentes ni problemas asi que cada tanto pasaba por la oficina de Carlisle para ejercitar un poco de mi auto control. Me consentía mucho mi padre por ese pequeño problema que tenia. Apoyándome asi, el sabia que yo podría dominar mi sed y a si fue la mayoría de las veces. El instituto era como un campo de practica donde todo lo que había aprendido era ejercitado allí. Además Alice siempre estaba allí para ayudarme y apoyarme.
-¿Le pego duro? Pts. Parece que se dio contra una pared de ladrillos cien por ciento duro- Dijo Emmett largando una gran carcajada.
-… y quedo ciego- volvió a añadir Rosalie.
-A mi me parece muy dulce. El es primerizo en todo esto y se ve que ahora que lo ve con claridad… pero estoy de acuerdo con Esme, el amor le pego con fuerza y con pasión.
-…y lo dejo ciego-volvió a decir Rosalie- Bueno pero a decir verdad es Edward… era de esperar o debe estar desesperado- Replico con frialdad y tomándolo de loco.
-Rose! No seas asi. Yo no aguanto a Emmett y no ando declarándolo. Emmett le frunció el seño a Alice.
-Hey! Yo dejo que tu armes mi armario… es un paso muy importante de un hermano respecto a su hermanita duende- Yo me reí en silencio.
-Bueno es verdad…- dijo Alice.
-Bien, yo opino que Edward es un bicho raro… igual no tengo ningún problema con su chica esa humana ¿Alice me acompañas a cazar?- le pedí. Necesitaba reponerme un poco para mañana que había clases. Alice me acompaño con mucho gusto y dejamos la sala llena de conversaciones. Rosalie tenia razón… ahora Edward era el centro de atención de todas las conversaciones familiares. Recordaba cuando yo lo era y todos se preocupaban por mi y mi sed, cuando Emmett tenia que andar atrás mío por si me descontrolaba. Agradecía que ahora tenga suficiente fuerza mental como para detenerme a mi mismo cada vez que pensaba en un humano de una manera distinta a los demás.