Jasper´s Diary

Buenoo, soy Marie, aunque lo debeen sabeer y buee es la primera vez que hago a Jasper y bueno, pasa algo que me costo MUCHISIMO escribir, esta mas por el final, espero que les guste... Porque estuve un monton de tiempo buscando las palabras indicadas!! Bueno, disfruteen!!

POV Jasper:

Notaba a Alice muy contenta porque todos habíamos aceptado ir al shopping con ella, eran pocas las ocasiones en las hasta Emmett estaba de acuerdo… Bueno, a decir verdad, era la primera vez en la que mi hermano accedía a venir y no era forzado por su esposa. Rosalie, Emmett, Alice y yo nos fuimos en el BMW. Mientras que Carlisle y Esme utilizarían la Jeep de Emmett.
Cuando llegamos al centro comercial Alice se bajo súper emocionada, me acerque a su lado. Ella entrelazo nuestras manos y me miro expectante y energética, definitivamente no se me iba a ser fácil intentar detenerla o hacer que se calme a cada local que entremos. Me venía hablando de la ropa que yo necesitaría, los colores a combinar y todo lo que se le aproxime a la moda, pronto se adelantaron a nosotros Rosalie y Esme que siguieron el tema con ella.
-Pobre de ti Jasper… Bendito tu eres entre todas esas mujeres –yo me reí en silencio, era obvio que alguien iba a contraatacar, pero ese no iba a ser yo. Alice giro la cabeza y lo miro a Emmett.
-Apuesto que mi bombón tubo muchas más mujeres que las que tú has tenido en toda tu existencia. Pero claro, para mi Jazz soy única –y luego de su contraataque Alice se acerco a mí y me beso tiernamente, respondí a su beso. Seguimos caminando hasta que vi el alerta, estábamos frente a una casa de Calvin Klein y Alice de seguro estaba pensando en lo que iba a comprar. Entramos los seis al local. Carlisle, Emmett y yo comenzábamos a sentir el aburrimiento pero no borramos nuestra sonrisa de la casa, no queríamos que las chicas se sientan mal. Cuando entramos las vendedoras se quedaron boquiabiertas, quizá les vendría bien ser un poco mas disimuladas.
-Hola buenos días, ¿en que podemos ayudarlos? –la vendedora intentaba poner voz sexy, pero era un intento fallido.
-Buenos días –saludo Alice con una sonrisa-. Queríamos ver los estilos de bóxer que tienen.
Esto ya se tornaba vergonzoso, ¡nuestras esposas nos buscaban la ropa interior que ponernos! Y además de dos vendedoras que tenían claramente un río de saliva saliendo de sus bocas. Después de media hora en que las tres se decidieran en la ropa interior que íbamos a usar salimos del local para meternos en otro, Channel. No podíamos creerlo, tres hombres bien hechos en un lugar, que por lo visto, la ropa de mujer era una manía. Al entrar Alice, Rose y Esme comenzaron a buscar conjuntos de ropa, sobre todo mi novia y mi hermana se encargaban de buscar prendas sexys.
Luego de una hora en ese local salimos para seguir nuestro camino de compras, miles de bolsas habían depositado las mujeres en nosotros, me acerque a Alice y le susurre al oído:
-Tengo una sorpresa para ti –ella giro la cabeza y me miro con una sonrisa-. Esta noche solos tú y yo, solos, en el Four Seasons –ella me miro con una mirada pícara y contenta. Le bese en los labios y seguimos con el trayecto.
Luego de diez minutos entramos a Armani, ellas nunca se cansaban de comprar ropa. Compraron conjuntos a lo loco y a lo tonto. Es más, cada vez que entrabamos, las vendedoras miraban la cantidad de bolsas que llevábamos nosotros y se quedaban atónicas. Así paso la tarde, Gucci, Jackie Smith, Lacoste, Louis Vuitton, Carolina Herrera, Versace, Dolce&Gabana, Lady Stork, Adidas, Nike… En fin, muchas casas de marca conocidas. A cualquier persona normal se le hubiese terminado todo el dinero en la cantidad de ropa que habíamos comprado, zaparos, vestidos, perfumes, que a decir verdad no se para que, remeras, pantalones, polleras, accesorios. Ya eran cerca de las siete de la tarde cuando al fin decidimos volver a casa porque se nos habían terminado las tiendas. Las tres, pero en especial mi princesa, tenían una reluciente sonrisa que se extendía por sus labios como si fuera el gato de Alice en el país de las maravillas. Con la única diferencia que Alice era más hermosa. Yo maneje mientras Alice estaba a mi lado y Rose y Emmett en la parte trasera, Alice se giraba cada cinco minutos para hablar de moda y mi hermano parecía que estaba entrando en un trauma sin retorno. Yo recordaba las miradas de todos con las más de cincuenta bolsas que llevábamos entre los tres, con, seguramente, tres prendas casa bolsa así que tendríamos tranquilamente, ciento cincuenta prendas y si no eran más.
Cuando llegamos, las chicas separaron lo que era de casa uno y de nosotros y fueron energéticamente a las habitaciones, Carlisle, Emmett y yo quedamos espantados al escuchar ruido de cosas que chocaban o se caían.
-Digámosle adiós a nuestra hermosa casa –dijo Emmett con cara aterrada. Yo me reí.
-Vamos Emmett, no puede ser tan malo –dijo Carlisle palmeándole la espalda.
-Bueno, no sé si sea malo pero yo tengo que prepararme, tendré una larga noche –Emmett me miro con mirada pícara.
-Cuida a mi hermanita pulga –dijo bromeando. Alice se asomo por la ventana con un tipo camisón corto.
-¡Se cuidarme sola, aparte Jasper siempre me cuida! –Y antes de retirarse le saco la lengua a Emmett y me tiro un beso y luego desapareció. Yo me fui para nuestra habitación, cuando entre ella se encontraba en ropa interior. Me miro y me sonrió. Busque algunos de los nuevos atuendos para ponerme y luego le deje la habitación libre, me metí en el baño y me prepare para mi noche especial. Cuando termine baje para el salón esperando a Alice. Luego de media hora aproximadamente, vi a mi hermosa esposa bajar por las escaleras. Llevaba puesto un vestido rojo con brillos, corto y con un escote prolongado y unos zapatos de un taco alto y rojos también, todo acompañado con una cartera negra que hacía juego con el color de su pelo. Cuando bajo, mi mandíbula llego hasta el piso, estaba más hermosa que nunca. Se acerco y me volvió a besar, nos despedimos de todo y fuimos a mí Jaguar negro. Subimos y arranqué para el hotel. Cuando llegamos camine del brazo con Alice para hablar con la recepcionista, todos los hombres que estaban en el hotel estaban con la misma cara que había estado yo. Cuando me dieron la tarjeta de la entrada, nos dirigimos para la habitación. Cuando entramos Alice miro todo como sorprendida.
Ella camino mirando el lugar con una sonrisa. Me acerque a ella y la agarre por la cintura y comencé a darle pequeños besos por su cuello.
-Feliz Aniversario –dijimos los dos al mismo tiempo. Comenzamos a besarnos mientras caminábamos sin rumbo fijo. En un determinado momento nos detuvimos.
-Te amo Alice, eres lo más importante que tengo en mi existencia –le dije aun con mis labios posados en los suyos, ella rió.
-Me hiciste esperar mucho tiempo. Pero al fin te tengo conmigo –le di un beso nuevamente en sus labios. Seguimos besándonos, por un largo tiempo hasta que ambos nos sentamos besándonos aun en la cama. Delicadamente comencé a desabrochar su vestido abotonado de la parte de atrás. Ella comenzó a desabrochar mi camisa con una risa pícara en sus labios. Le saque el vestido con delicadeza que seguramente termino muy lejos nuestro, una vez que desabrocho mi pantalón se deshizo de él en un momento, y quedamos ambos en ropa interior, estaba arriba de ella, comencé a besar cada parte de su cuerpo con pequeños besos, ella reía. Pronto me deshice del resto de su ropa que quedaba y comencé a besarla nuevamente. Ella paso sus brazos alrededor de mi cuello. Con sus pies saco mi bóxer y ambos quedamos desnudos, ella se tapo con las sabanas como provocándome, la busque bajo las sábanas y comencé a besar su cuello. Luego de unos juegos me adueñe de ella.
-De esta no te escapas –dije cuando la tenía entre mis manos. Ella me miro con lujuria.
-Como usted diga mi general Jasper Whitlock Hale –ella rió nuevamente. Me acerque a ella, se me escapo y termine debajo de ella. Y así fue como ambos nos unimos de una manera hermosa, encajábamos a la perfección, aún nos besábamos, dejamos de besar para respirar, porque aunque más alla de no necesitarlo estábamos acostumbrados a él, salió un gemido de placer de nuestras bocas. Ambos seguimos unidos hasta que llego el climax y ella se recostó sobre mi pecho y me miro sonriente.
-Te amo Jasper –dijo en un susurro inaudible. Yo la mire y le acaricie su mejilla.
-También te amo hermosa –me acerque y deposite un beso en sus labios. Y así fue como concluyo nuestra hermosa velada de aniversario.